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domingo, 24 de febrero de 2019

Todas las grandes ciudades romanas se abastecían con acueductos (Clunia)


Las grandes ciudades romanas, tal como las conoce el gran público, poseen unos edificios característicos que las definen. Basílica, templos, termas o acueductos son elementos arquitectónicos comunes en el proceso de romanización de cualquier urbe.

Mientras unos sirven a los elementos políticos y otros a los religiosos, los acueductos hacen posible la existencia de las ciudades romanas, al poder llevar hasta su seno el agua de diversos ríos. No olvidemos que es el agua, su existencia, lo que provoca el florecimiento de cualquier aglomeración urbana. Y si en la Antigüedad las ciudades se ubicaban junto a los ríos, a partir de los romanos, aquellas pudieron alejarse de ellos gracias a obras como los acueductos.

Pero al igual que la mayor parte de los tramos de un acueducto no transcurren sobre arcos, sino de forma subterránea, no todas las grandes urbes romanas necesitaron de acueductos para abastecerse de agua. Y en España tenemos un caso muy especial que nos demuestra lo inteligentes que llegaron a ser los ingenieros romanos. Un yacimiento arqueológico extenso y con numerosas sorpresas. ¿Os gustaría conocerlo?


¿Cómo se llama este yacimiento arqueológico romano?

La Colonia Clunia Sulpicia fue la capital de un convento jurídico de la provincia Hispania Citerior Tarraconensis. De forma habitual se la solía denominar por su topónimo de origen arévaco, Clunia. Y por ello a todo el convento se le denominaba cluniaciense (Conventus Cluniensis). En época romana fue una de las urbes más importantes de la parte norte de Hispania.

¿Dónde se ubica este yacimiento?

Clunia se encuentra en el término municipal de Peñalba de Castro, localidad burgalesa situada junto a la carretera BU-925, entre las localidades de Peñaranda de Duero y Huerta de Rey. Desde Madrid apenas existen 200 kilómetros.

Nada más entrar en la localidad un desvío hacia nuestra izquierda nos aproxima al cerro en el cual se ubica el yacimiento. Este cerro, con forma de muela y una altitud de 1.000 metros se le conoce como Alto de Castro.


Aunque se pudiera pensar que esa denominación se colocó por la existencia de un castro celtíbero situado en la meseta, lo cierto es que la arqueología aún no ha encontrado restos de ello. Si lo hizo en Alto del Cuerno un cerro situado frente a la meseta que ocupó la Clunia romana.

¿Qué vamos a encontrarnos?

Estamos ante uno de los yacimientos arqueológicos más extensos de la Península ibérica, lo que nos va a obligar a entrar con nuestro automóvil y aparcarlo en diferentes lugares del yacimiento.

Las ruinas ocupan una extensión aproximada de 130 hectáreas, lo que hace suponer a los arqueólogos que en su tiempo fue una de las ciudades peninsulares de mayores dimensiones. Además de por su tamaño, su importancia histórica reside en la posibilidad del estudio de la morfología urbana así como la evolución de la misma en el tiempo.



Para el turista interesado en los yacimientos arqueológicos la parte más interesante son los diversos mosaicos encontrados en varias de las domus excavadas. Estos mosaicos, debido a la adversa climatología norteña, no permanecen abiertos al público todo el año por lo que conviene visitar su página web para informarnos sobre ello antes de visitar las ruinas.
Su Web es la siguiente: http://www.clunia.es/

¿Qué importancia tuvo Clunia en el pasado?

La ciudad de Clunia tuvo diversos momentos estelares durante su existencia romana. En el siglo I a.C. Quinto Sertorioresisitó con su rebelión a Roma durante 20 años aquí, aunque la ciudad lo pagó caro, pues en el año 72 a.C. Pompeyo la arrasó por completo.

En época de Tiberio volvió a construirse ex novo y su importancia radica en que pronto se convertiría en la capital del conventus iuridicus Cluniensium. Su situación junto a una de las vías romanas más importantes (la que unía Tarraco (Tarragona) con Asturica Augusta (Astorga), pasando por Caesaraugusta (Zaragoza)) jugó a favor de la ciudad para su crecimiento.

Los dos primeros siglos de nuestra era correspondieron a la época de esplendor de la urbe, llegando a tener una población de 30.000 personas.

La crisis general del siglo III y las incursiones bárbaras (la ciudad fue incendiada) supusieron un declive continuado de la urbe que, no obstante, se mantuvo en pie hasta el siglo VII. En el medievo, fue utilizada como cantera para ciudades de nueva planta construidas por los cristianos en su repoblación del siglo X: Coruña del Conde y Peñalba de Castro.

¿Cómo llevaban los romanos el agua a Clunia?

Por diversas razones, tanto logísticas como militares, la romanización de un territorio conllevaba el abandono de los castros indígenas y la creación de ciudades de nueva planta en los llanos. Además de evitar así posibles enclaves difíciles de tomar en caso de revueltas puntuales, los ingenieros lograban conectar mejor las urbes con sus vías y hacían llegar sin problemas el agua desde los diferentes ríos ubicados en sus proximidades.

Pero Clunia no se dispuso en la llanura, sino en una meseta bastante alta. Sin duda, las excelentes vistas y la dominante situación que ofrecía la meseta sobre el territorio circundante fueron aspectos que se tuvieron en cuenta a la hora de elegir la ubicación. Otro aspecto debió ser su gran extensión, capaz de albergar una gran ciudad. Y el más importante, a mi entender, fue la posibilidad de captar agua de manantiales situados en el interior de la meseta.

El río Arandilla, el único próximo a Clunia, pasaba al pie de la meseta, 100 metros por debajo de la ciudad. Llevar el agua hasta lo alto de la meseta, o traerla desde puntos más lejanos habría conllevado importantes obras de ingeniería de las que no existen restos ningunos.

Se necesitaba otro aporte y ello se logró con lo que hoy conocemos como Cueva Román.

Este conjunto kárstico de cuevas subterráneas llenas de agua posibilitó la existencia de Clunia, pues suponía una especie de aljibe natural de grandes dimensiones. El agua de las numerosas lagunas podía ser extraída mediante pozos excavados. Pero los romanos no se quedaron ahí.

Como excelentes ingenieros que eran, realizaron todo tipo de trabajos para exprimir al máximo este recurso natural. Aunque sólo accesible para los espeleólogos y arqueólogos, mediante paneles y fotografías podemos comprobar ese delicado trabajo romano ingenieril, siendo el más espectacular la existencia de canales que unen diferentes lagunas (con el objeto de igualar los distintos caudales caudales). Las distintas marcas dejadas por los magistrados (IIII VIRI VENERUN) atestiguan la importancia que tenían estas obras para el municipio.

Además de la función anterior en una parte de la cueva se han encontrado figuras itifálicas y máscaras, lo que se ha interpretado como un pequeño santuario Priápico (la presencia de falos se ha asociado a Príapo, el dios griego de la fertilidad).

¿Cómo se realiza la visita turística al yacimiento de Clunia?

Como indicamos anteriormente, este yacimiento tiene una gran extensión, razón por la cual necesitaremos coger el coche para llegar a los distintos puntos de visita.

En primer lugar debemos acercarnos al centro de interpretación, situado justo detrás de la taquilla de la entrada, en el primer desvío a nuestra izquierda. En este moderno edificio vamos a poder entender las ruinas que vamos a ver, la importancia histórica de la urbe en tiempos romanos y contemplar tanto restos que se han encontrado como paneles con reconstrucciones por ordenador que recrean los principales edificios. Además, un vídeo nos contará de forma amena curiosos aspectos de Clunia.

Como apunte personal os aconsejo admirar la escultura de la Diosa Fortuna, reconstruida metódicamente a partir de los numerosos fragmentos en la que la encontraron los arqueólogos. Aunque despojada de su color aún impresiona esta escultura, muestra patente del lujo que atesoraba el Teatro de Clunia.



Tras informarnos adecuadamente ya estamos preparados para iniciar nuestra visita. Volvemos a tomar nuestro coche y nos dirigimos al aparcamiento situado al fondo del yacimiento, próximo al lugar en el cual se ubicó el centro de la ciudad de Clunia.

Nuestra primera parada será, junto al esqueleto de un viejo árbol, la zona conocida como Casa 1 o Casa de Taracena. Situada junto a un acceso al Foro, lo más destacado de ella es el gran conjunto de pavimentos en mosaico que contiene. Situados tanto en habitaciones importantes de vida pública (tablinum, triclinium, pasillos) como privada (habitaciones dueños), la calidad y magnitud de los mismos denotan la importancia del dueño del mismo. Además, la existencia de mosaicos en blanco y negro y en color denota una intervención que se alargó en el tiempo (la moda del color fue bastante posterior). Igualmente la casa posee diferentes falos esculpidos, lo que la pone en relación con el anterior santuario subterráneo. Los arqueólogos creen que este podía ser el acceso a dicha cavidad.




Otras casas forman el conjunto arqueológico de esta parte del yacimiento, aunque sus escasos restos no lograrán captar la atención del turista deslumbrado por los mosaicos anteriores.

Desde este lugar caminaremos hacia el Foro de la ciudad pasando junto a los restos de la Basílica, de la cual sólo quedan los restos de las diversas columnas existentes en su interior. El Foro se situaba en la parte más alta de la ciudad y era el centro de la vida pública de la misma.



Las grandes dimensiones del Foro de Clunia hacen pensar que no servía únicamente al municipio, sino también a todo el Convento Jurídico. En este lugar convivían diversas funciones que formaban parte de la vida romana diaria.

La función jurídica se desarrollaba en la Basílica, un espacio originalmente cubierto y de grandes dimensiones en el que se dirimían pleitos o sancionaban contratos comerciales. Una vez al año servía para recibir al gobernador de la Hispania Citerior y realizar los juicios relativos a todo el convento. Estos juicios se llevaban a cabo ante una colosal estatua de Augusto.

La función comercial se desarrollaba en el espacio central, una plaza porticada donde se situaban pequeños locales con negocios fijos y tabernas. Hoy día los restos arqueológicos nos permiten ver los muros y el tamaño de los locales, situados en los laterales del Foro.

La función política también se realizaba en este lugar y consistía en discursos y arengas políticas realizadas por los Decuriones en la Curia.



La función religiosa estaba cubierta por el Templo de Júpiter, situado en la cabecera del Foro. Hoy día apenas queda nada de este templo, cuyas ruinas se han reconstruido para formar una especia de mirador en el cual poder contemplar la magnitud de la plaza pública. También comprobaremos como las excavaciones arqueológicas sólo han acometido la mitad de los trabajos. En efecto, el Foro de Clunia sólo se ha excavado en una mitad, la oriental, estando la otra aún cubierta.

Saliendo del Foro por una de los cuatro accesos que  tenía en su origen nos acercaremos al conjunto denominado las Termas del Foro. Se accede a ellas desde el Cardo por un corto corredor que, a su izquierda, tiene una habitación octogonal con cuatro hornacinas enfrentadas en cuatro de sus lados, acaso con función de apoditerio y, a continuación, antes de acceder al frigidario, se pasa por dos grandes habitaciones para ejercicios y lugar de reunión. El frigidario dispone de una piscina recubierta de mármol de Espejón y pavimento de mosaico y da acceso a un conjunto de salas calentadas con hipocaustos: la pequeña sala situada al N. con función de lacónico o sudatio y las situadas al E. con función de tepidario y caldario. El edificio dispone en su esquina S. de un gran pozo cuadrado.

A la hora de volver hacia el aparcamiento, y junto a este conjunto termal, se encuentra la Casa Triangular. A pesar de sus reducidas dimensiones, en ella podemos admirar un bello mosaico en blanco y negro con una crátera, flanqueada por dos palomas, de la que salen ramas de viña y, a ambos lados del pedestal, un ramo de tres granadas.



Llegados al aparcamiento debemos andar un poco más por el camino que utilizamos para llegar hasta allí. A escasos metros se encuentra el gran conjunto termal de la ciudad, conocido como Los Arcos.

En este vasto terreno se encuentran dos edificios independientes con distinta orientación y separados por una calle porticada. Su magnitud y la calidad de su construcción constituyen un ejemplo único en nuestro país de este tipo de edificios y denotan, además, la importancia que le dieron los romanos a ellos. Su situación en este lugar de la urbe obedeció a la facilidad para poder dotarlos del agua necesaria situada en el subsuelo.



Su planta de disposición simétrica permitía la utilización, al unísono, por parte de los dos sexos. El ingreso común se realizaba por un pórtico con forma de exedra que daba acceso a un gran espacio ajardinado dotado de una gran piscina. A ambos lados de este lugar se disponían espacios columnados que marcaban el inicio de los distintos itinerarios clásicos: vestuario (apodyterium), sala fría (frigidarium) con bañera, espacio caldeado (tepidarium) y habitación de mayor temperatura (caldarium), con bañeras de agua caliente y una pequeña sala para sudar (sudatio).



El caldarium no estaba duplicado y era compartido por ambos sexos, lo que debía obedecer a la proverbial practicidad romana y al ahorro de energía.

Para calentar las diferentes salas el edificio disponía de un sistema de calefacción mediante hipocausto, unas cámaras subterráneas huecas por donde circulaba el aire caliente generado en los hornos. El agua caliente de las bañeras se obtenía de grandes calderas, cuya agua circulaba por tuberías.

Un aspecto curioso era el sistema hidráulico pues el desagüe de las bañeras servía para limpiar las zonas de las letrinas con su corriente.

Para visitar el último resto de esta ciudad debemos acercarnos nuevamente en coche, pues se sitúa entre la ciudad y el centro de interpretación. Se trata del Teatro romano de Clunia, una construcción imponente que hoy día vuelve a tener la función de antaño.

El Teatro fue construido en el siglo I d.C. en el borde oriental del cerro, aprovechando una ladera en media luna. Por tanto, los romanos lo construyeron a la manera griega con el objeto de ahorrar costes.



Su acceso, no obstante, se realizaba mediante un pórtico superior levantado sobre la parte alta del cerro. Diversas escaleras permitían el descenso a los tres niveles inferiores, denominados cáveas. En sus asientos podía acoger hasta 9.000 personas. La fachada escénica tenía dos pisos decorados con columnas corintias y esculturas, aunque de todo esto no queda nada.



Como curiosidades indicar que en la parte superior de la fachada escénica del teatro se disponía de un tornavoz inclinado de madera, que hacía que el sonido llegase a las partes más altas del graderío; y que bajo el piso de la escena quedaba un hueco, actuando de caja de resonancia, amplificada mediante la colocación de vasos de bronce y terracota rellenos de agua a diferentes niveles del graderío.

DATOS PRÁCTICOS

HORARIOS
Horario de invierno(1 de octubre a 31 de marzo)
De martes a domingo de 11:00h a 14:00h y de 15:00h a 17:00h. Lunes cerrado Visitas guiadas consultar horarios
Horario de verano(1 de abril a 30 de septiembre)
De martes a domingo de 11:00h a 14:00h y de 16:00h a 20:00h. Lunes cerrado Visitas guiadas consultar horarios
El yacimiento permanecerá abierto durante todo el año, excepto los lunes y los días 24, 25 y 31 de diciembre y 1 de enero.
PRECIOS
GENERAL: 5€
REDUCIDA: 2,50€


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