En el post anterior os describí
pormenorizadamente todos los encantos que encierra la bella capital del
Piamonte y dejamos pendiente informaros sobre las visitas turísticas que
podemos hacer por los alrededores de la ciudad.
Como es lógico, en un viaje a
Turín es imposible realizar todas ellas, por lo que os voy a dar varias
opciones y describiros en las que yo estuve. ¿Os animáis?
La ciudad que los duques de
Saboya se encargaron de engalanar con preciosos palacios esconde en sus
proximidades numerosas edificaciones dignas de tan prestigiosa casa real.
Si en el centro de Turín merece
la pena admirar el Palazzo Reale, el Palazzo Madama, el Palazzo Carignano, el Castello
del Valentino o la Villa de la Regina, en los
cuatro puntos cardinales de Turín tenemos otras cuatro destacadas
construcciones saboyanas.
En el norte se encuentra la Venaria Reale, complejo al que denominan
el Versalles piamontés; al oeste el Castelo
di Rivoli, el cual acoge en su interior el importante Museo de Arte
Contemporáneo de la ciudad; al sur encontramos la Villa Reale di Stupinigi, un coqueto pabellón de caza junto a un
inmenso parque; y, por último, en el este, podemos visitar la Basílica de la Superga, panteón de la
familia real.
Nosotros nos decidimos por
visitar la Venaria Reale, tanto por comodidad en el transporte como por cuestión de horarios. Y,
dadas las fechas navideñas, por la existencia en los jardines del pueblo de
Papá Noel (Babbo Natale en italiano).
El pueblo de Venaria Reale se
encuentra a unos 8 kilómetros al norte de Turín. La mejor forma de llegar hasta
allí desde el centro es tomar el Venaria Express, un autobús que os lleva
directamente desde el centro de la ciudad (tiene paradas en las estaciones de
tren y en la Piazza Castelo) en unos 40 minutos. Si tenéis la tarjeta Torino
Pass podéis adquirir por 3€ un billete de transporte que os valdrá 24 horas.
Los horarios están colocados en las marquesinas de la parada. Si os vinieran
mal otra opción que os recomiendo consiste en tomar el autobús número 11
(Parada en cruce Via XX Septiembre con Vía Garibaldi) que os dejará en las
cercanías al palacio (junto a la estación de tren del mismo nombre). Como para en
múltiples barrios el viaje os llevará unos 45 minutos. También podéis tomar el
bus 11 hasta la parada de tren Dora Station y allí tomar el tren que os dejará
en Venaria Reale en unos diez minutos. Aunque, eso sí, informaros antes de la
frecuencia de los trenes, pues no es muy alta. Como veis, las opciones para
llegar son múltiples.
El pequeño pueblo de Venaria
Reale vive principalmente del turismo, por lo que en el trayecto hasta la
entrada al palacio os encontraréis con numerosas tiendas y restaurantes enfocados
al visitante.
El conjunto del Palacio y los
jardines es verdaderamente enorme, por lo que tendréis que estar toda la
jornada si queréis verlo por completo. Tened en cuenta que estamos ante la
construcción saboyana más grande de todas las existentes, así como al lado de una
zona verde de vastas dimensiones en la que se practicaba la caza. Algún diestro
lingüista ya habrá notado que el nombre de Venaria deriva de la raíz latina
referida a las artes venatorias. Si vuestro tiempo es más ajustado podéis hacer
una visita más breve al edificio principal y a los jardines aledaños que os
llevará toda la mañana.
La entrada al Palacio y los
jardines cuesta más de 25€ por lo que es una muy buena idea haber adquirido la
Torino Card, pues con ella podréis entrar gratuitamente.
La visita al Palacio se compone
de diferentes partes.
En los sótanos, lugar otrora del servicio, vamos a poder descubrir tanto la historia de
la dinastía Saboya (entre el año 1.000 y el siglo XIX) como a sus principales
protagonistas a través de sus retratos. Igualmente descubriremos la cronología
de construcciones que se realizaron (o quedaron en papel) en el complejo
palaciego. Un interesante proyecto denominado Ripopolare la Reggia nos
presentará tanto a la corte como a los siervos trabajando en las cocinas.
En la Planta superior o zona
noble, vamos a visitar el Palacio de Diana. En ella vamos a destacar la sala de Diana, la cual posee con obras
pictóricas y frescos de gran formato, todos ellos relacionados con la caza
(recordar que Diana es la diosa de la caza).
Los diferentes aposentos del
duque y su familia, decorados con el esplendor que caracterizaba el siglo
XVIII, son otra de las paradas ineludibles de este recorrido.
La Gallería Grande, la Rotonda de
Alfieri, o la Capilla de San Huberto son importantes puntos a destacar también
en este recorrido ceremonial.
La Galería Grande, que comunicaba
los aposentos del rey con los del heredero del trono, es uno de los ambientes
más sorprendentes y espectaculares de todo el complejo. Y no sólo por sus
enormes dimensiones (con una altura en el centro de la bóveda de casi 15
metros, 80 metros de largo y 12 metros de ancho), sino por la recargada
decoración que posee, a base de estucos, pilastras, cornisas y los juegos de
luz que conforman sus 44 amplias cristaleras.
La Capilla de San Huberto, santo
protector de los cazadores, tiene planta de cruz griega achaflanada, con dos
grandes altares a los lados del transepto y cuatro capillas circulares en su
interior y poligonales en el exterior, situadas en las diagonales. Los
numerosos y fastuosos elementos decorativos enriquecen en su interior los
sabios contrastes de luz dando lugar a un ambiente verdaderamente único. El
Altar mayor, enmarcado por la luz que penetra de la vidriera posterior, las
esculturas de cuatro doctores de la Iglesia (San Agustín, San Ambrosio, San
Atanasio y San Juan Crisóstomo), o la magnífica cúpula son elementos
sobresalientes de ella.
Por último, la Scuderie Juvarriane
(Escudería Juvarriana) se trata de una muestra de carrozas de los Saboya.
Aunque la pieza principal es el espléndido Bucintoro,
la célebre embarcación "armada" elaborada por encargo de Victorio
Amadeo II en Venecia entre el 1729 y el 1731. Se trata del único ejemplar
original actualmente existente en el mundo.
A lo largo de la visita también
existe la posibilidad de realizar visitas a exposiciones temporales. En el
momento en el que nosotros visitamos el palacio existía una muestra del
fotógrafo Lindbergh, otra del pintor Giovanni Boldini, un recorrido fotográfico
por la vida de Lady Diana y, por último la Caravaggio Experience, un lugar en
el cual sumergirte en los cuadros de Caravaggio como protagonista de los
mismos. Como podéis comprobar se trata de eventos de gran calidad que completan
una visita excepcional.
En el Patio de Honor, la Fuente del Ciervo muestra todos
los días, a las 12:00 h, un espectáculo de música y agua muy entretenido tanto
para niños como para mayores. El fin de semana también existe una versión
nocturna con luces que mejora enormemente el espectáculo.
Los Jardines están incluidos
en la entrada general al Palacio y tienen varios puntos imprescindibles. En la
pesquería podéis sentiros como en Venecia si os montáis en una de las góndolas
que recorren este gran canal artificial. Otros atractivos son la carroza de
caballos o un pequeño trenecito que recorre los jardines.
Especialmente agradable es pasear
hasta el espacio del Jardín de las
Esculturas Fluidas de Giuseppe Penone, las dieciochescas cuevas, los restos de la Fuente de Hércules y del Templo de Diana (en los que se alojan
dos cisnes reales blancos) vinculados a la vista al infinito del canal de agua
a los huertos y las plantaciones de fruta.
Si vais con niños no os perdáis
visitar la zona de juegos llamada Fantacasino.
Y, por último, en el caso de ir
en fechas navideñas, nosotros tuvimos la suerte de poder llevar a nuestro
pequeño a visitar el poblado de Babbo Natale (http://www.ilsognodelnatale.it/). Se trata de un evento en el cual
los niños recorren la galería de retratos de Papá Noel, envían su carta,
visitan la fábrica de juguetes y tienen la ocasión de poder ver al mismísimo
Papá Noel en su habitación. Podrán hablar con él y fotografiarse en sus
rodillas. Por último, atravesarán el establo donde están los renos y el trineo
de Papá Noel listo en la rampa de salida.
Como nuestros gustos pueden ser
diferentes a los vuestros os dejo los enlaces a las páginas Web de los otros
tres lugares próximos a Turín. Así podréis ver que os ofrecen y decidir si
hacer nuestra visita o decantaros por alguna otra:
Dejando a un lado los alrededores próximos a Turín,
otra visita muy accesible y recomendable es a la pequeña ciudad de Asti. Esta villa conserva su pasado medieval y tiene
numerosos puntos de arte tan importantes como desconocidos.
Asti se encuentra a escasos 36 minutos en tren desde
Turín. Desde su estación central hay trenes cada hora entre diario en ambos
sentidos (ida 10:30h/11:30h; vuelta 17:54h/18:54h). Precio unos 11€/ persona
i/v.
Una vez bajemos de la estación, lo primero que nos
encontraremos será la Piazza Campo del Palio. En esta ciudad se originó el
Palio más antiguo del país. Se trata de una carrera de caballos muy particular,
en la que compiten diferentes barrios de la ciudad. En Siena tuve ocasión de
ver las decoraciones y el ambiente festivo de esta tradición y aquí debe ser
igual de memorable. Aquí, en esta plaza tiene lugar la carrera el tercer
domingo de septiembre. El resto de laño funciona como gran aparcamiento, lo que
desluce un poco el lugar.
En la contigua Piazza Vittorio Alfieri encontraréis la
oficina de turismo en la que os podréis conseguir un mapa de la villa y toda la
información sobre sus principales atractivos turísticos. La persona que la
atiende es muy simpática, te ofrece mucha información y se hace entender en
italiano.
La calle principal Corso Vittorio Alfieri os servirá
de guía, pues todo lo que hay que ver se encuentra junto a ella o en sus
proximidades, teniendo como centro la Piazza Roma. Únicamente existen dos
monumentos a visitar a la derecha de la Piazza Vittorio Alfieri: el Complesso
di San Pietro in Cosavia y el Museo Arqueológico. El resto se encuentra a la
izquierda de esta importante plaza.
Un aspecto por el que destaca Asti es por sus numerosas torres. La Torre Rossa es el único testimonio de la
época romana. Se encuentra en el lugar en el que existió una puerta a la
ciudad, justo en el máximo decumanus.
Puede que su color rojizo, sus formas poligonales y sus ventanas os recuerden a
la de Turín pero aquí fue transformada en un campanario para la adyacente
Iglesia de Santa Catalina.
La Torre Troiana
es uno de los símbolos de la ciudad de Asti. Sus 44 metros la convierten en la
más alta del Piamonte. Es la única torre visitable de la ciudad (entre abril y
octubre) y tras subir sus 199 escalones se obtienen unas bellas vistas de Asti
y sus alrededores.
Otras torres dignas de mención son la Torre Comentina, junto a un palacio neogótico
Medici, la Torre de Regibus, único
ejemplo de planta octogonal, la Torre Guttuari,
una casa fortaleza aún habitada hoy día y la Torre Ponte, otro ejemplo similar al anterior.
Entre sus numerosos edificios religiosos debo destacar
la Catedral.
Construida en un impresionante estilo gótico, su visión os sorprenderá tras ver
tanto barroco en Turín. Dedicada a la Asunción, su fachada sur es la más
espectacular, con el campanario polícromo de ladrillo y piedra arenisca. Su
interior también es digno de mención al poseer una rica decoración de muebles y
obras de arte. Aunque lo que más me sorprendió fue su abundante decoración al
fresco, cubriendo bóvedas y muros, así como los restos de un antiguo mosaico en
la zona del altar. Una visita imprescindible y realmente interesante. (Apertura:
8.30-12.00/15.00-17.30).
La Colegiata de San Secondo, en la
plaza del mismo nombre, es el otro gran templo religioso de la ciudad. Aunque
de alma gótica, posee un campanario románico y una cripta que guarda las reliquias
del santo. Además, la primera capilla de la nave derecha alberga las cortinas
donadas por Il Palio a la Colegiata cada año durante la ceremonia medieval de
la Oferta del Palio, el primer martes
de mayo. También es reseñable la pintura de la Adoración de los Reyes Magos. (Apertura:
7.30-19.00).
La Chiesa San Martino se encuentra en
una de las plazas más bellas de Asti, la cual lleva el mismo nombre. Aunque su
estética barroca os recordará a las iglesias turinesas, su interior merece la
pena verlo por sus frescos y estucos, mármoles y mobiliario (Apertura:
9.00-12.00).
Por último, el Complesso di san Pietro in Consavia
es uno de los mejores ejemplos de construcción románica de la zona. La Iglesia
reproduce el modelo del Santo Sepulcro de Jerusalén. La estructura de la llamada
"Rotonda" está formada por un ambulatorio de ocho columnas, inscritas
en un perímetro circular interior y exterior poligonal. (Apertura: da martedì a
domenica 10.00-13.00/15.00-18.00, da aprile a ottobre 10.00-13.00/16.00-19.00.
Chiuso lunedì).
Dejando a un lado los atractivos religiosos, Asti también
destaca por su rico patrimonio de palacios y museos, lo que hace de su visita
un agradable recorrido por sus calles y un cultural y didáctico viaje por el
pasado de la ciudad.
Junto al complejo anterior de San Pedro vamos a
encontrar el Museo Arqueológico. Aunque de pequeño tamaño, está bien
servido; posee piezas metálicas pre-romanas, cerámica griega, de magna-grecia y
etrusca y una gran colección de hallazgos romanos: cerámica y lámparas de
terracota, urnas cinerarias, vasos, latón. La sección egipcia incluye dos
momias con sus sarcófagos de madera, marquesinas y una serie de objetos carácter
religioso-funeral.
El resto de visitas, como dijimos antes, vamos a
encontrarlas al otro lado de la ciudad.
El Palazzo Alfieri acoge el Museo Alfieriano,
una pequeña muestra que nos presenta a este importante personaje local, quién
vivió aquí hasta los cinco años. Para los que no lo conozcáis Alfieri fue el
mayor poeta trágico italiano del siglo XVIII.
El Palazzo del collegio museo civico
Sant’Anastasio tiene un doble interés, tanto por el sitio arqueológico
que ocupa como por ser la sede del museo. El área arqueológica presenta los
restos de cuatro iglesias (del octavo al siglo XVII) perteneciente al
monasterio benedictino de Sant'Anastasio y la espléndida cripta románica. En el
museo están expuestos los capiteles de piedra arenisca de la segunda iglesia
románica de S. Anastasio (principios del siglo XII), capiteles, estanterías,
arcos esculpidos (s. XIII-XV) procedentes de la desaparecida iglesia gótica de
Maddalena, elementos arquitectónicos y escultóricos de alta y baja tecnología
(incluyendo paliotto hermoso de S. Pietro Consavia) piedras cantonales y
escudos de armas procedentes de casas de pueblo. (Apertura da martedì a
domenica 10.00-13.00/15.00 -18.00, da aprile a ottobre 10.00-13.00/16.00-19.00.
Chiuso lunedì).
El Palazzo del Michelerio acoge el museo
dei fossili (paleontológico), entre cuyos principales especímenes están
el Balenottera de Valmontasca y la ballena "Tersilla" de San
Marzanotto d'Asti. (Apertura da lunedì a giovedì 10.00-16.00, domenica
10.00-13.00/15.00-18.00, da aprile a ottobre 10.00-13.00/16.00-19.00).
El Palazzo Mazzetti es el Museo
cívico de la ciudad, el cual alberga salas con rica decoración barroca
y una recoleta pinacoteca con numerosas obras de arte de artistas piamonteses (Apertura
da martedì a domenica 10.30-18.30. Chiuso lunedì). Comprando aquí una entrada
conjunta por 5€ tendremos la posibilidad de visitar esta palacio, la cripta de
San Anastasio, el Baptisterio de San Pedro, subir a la Torre Troiana y la domus
romana.
El Palazzo Ottolenghi acoge el Museo
del Risorgimento. El Museo cuenta con objetos de recuerdo, obras
pictóricas, banderas, armas y monedas del período 1797-1870, todas ellas
gracias a las donaciones de familias astigianas. Desde las habitaciones,
equipadas de los medios multimedia, se baja a un bumker antiaérea de II Segunda
Guerra Mundial (Apertura da martedì a domenica 10.00-13.00/15.00-18.00, da aprile
a ottobre 10.00-13.00/16.00-19.00. Chiuso lunedì).
El Museo Diocesano de San Giovanni es
el núcleo de los tesoros de la Catedral. En su interior se pueden admirar obras
preciosas como el coro de madera gótico de la catedral de Baldino da Surso
(1477), plata y vestiduras, esculturas del siglo XIV, las lápidas de los
obispos, el fresco de Gandolfino que representa a la Virgen del Barco. El tour
nos lleva a la cripta, que data del siglo VIII. De las cuatro capitales, los
corintios, pertenecen a la era de la reconstrucción teodórica de Asti, y los
restantes son altomedievales (siglo VIII-IX). (Apertura venerdì 15.00-18.00,
sabato e domenica 9.30-13.00/15.00-18.00, in settimana su prenotazione).
Además de la torre que indicamos anteriormente, el
otro gran legado romano que posee la ciudad de Asti son los restos de una Domus
Romana. Se encuentra en los bajos de una casa habitada en la
actualidad. Los restos han descubierto una casa patricia romana de gran valor,
destacando un precioso mosaico con figuras geométricas y zoomorfas y la
estructura de su calefacción denominada hipocausto (Apertura Marzo - Settembre:
martedì-domenica 9.30-19.30 (ultimo ingresso 18.30) Ottobre - Febbraio:
martedì-domenica 10.30-18.30 (ultimo ingresso 17.30)).
Otras visitas curiosas que podéis hacer en la ciudad
son la visita a la Sinagoga (que no os engañe su sencilla fachada neoclásica, pues
su interior guarda una especial belleza. Necesario reservar), el Palazzo
Mazzola (uno de los pocos ejemplos de arquitectura renacentista en Asti
y sede del Archivo Histórico con valiosos documentos y fotografías del pasado
de la ciudad), o las fachadas del Palazzo del Podestá (típica
construcción pública medieval), el Palazzo Zoia (típica casa fortaleza
medieval) y el Teatro Alfieri.
Asti es un lugar muy recomendable también para los viajeros gastronómicos. Allí encontré un restaurante en el que comimos fenomenalmente. Se encuentra próximo al Complejo de San Pedro en Consavia y se llama L´intongolo astesano. sin duda fue en el lugar en el que comí la mejor pasta de todo el viaje.
Para conseguir más información de esta ciudad os
aconsejo visitar su página web: http://www.astiturismo.it/es/
En ella encontraréis información en español y una
magnífica guía y plano de la ciudad.
Por último, si tenéis más tiempo todavía, dos grandes
ciudades se encuentran a dos horas en tren de Turín. Una es Milán, de cuyos
encantos ya hablé en el pasado en el blog (aquí).
La otra es Génova, de la que os hablaré en otra ocasión.
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