Uno de los capítulos del libro Mis mentiras Favoritas trata sobre la mitología que envuelve al pueblo de los vikingos. Se trata de un capítulo algo frustrante pues resulta prácticamente imposible, hoy día, rebatir ciertos aspectos anclados con fuerza en la memoria colectiva de la sociedad.
Por ejemplo, el casco con cuernos es un claro
ejemplo de ello. Todo el mundo tiene la imagen mental de ello. Ya sea por ver a
Vicky, el vikingo de niños o por las
numerosas imágenes escasamente históricas que nos rodean, todos los vikingos
nos los imaginamos con un casco con cuernos.
Y cuando yo digo que eso no es verdad, que el único
casco genuinamente vikingo (el yelmo de Gjermundbu) no tenía cuernos, me tratan
como a un loco. Otros me dicen que ya habían oído algo de eso pero que se trata
de una moda, como la de acostar a los bebes bocarriba o bocabajo. Que hoy se
dice una cosa y mañana la contraria.
¡Por supuesto! Si mañana encontramos cascos vikingos
con cuernos diremos que los llevaban pero, a día de hoy, la arqueología ¡no
encontró ninguno!
Bueno, para todos aquellos que deseen tener una
imagen más histórica del pueblo vikingo les remito al capítulo del libro y al
siguiente artículo, que sirve de complemento y ampliación del mismo.
¿Qué
entendemos por vikingo?
Hoy día el término vikingo designa a todas aquellas
personas provenientes de Escandinavia que asolaron Europa en la Edad Media.
Pero esta consideración ni es la que tenían nuestros antepasados ni representa
una visión real de ellos.
Antiguamente, vikingo era un término utilizado,
exclusivamente, para definir a los ladrones o a los piratas del mar. Es decir,
no todos los pueblos escandinavos eran llamados vikingos. Y muchos de ellos no
lo sería a tiempo completo, pues la piratería era una de sus variadas
ocupaciones. Por otro lado, en la Edad Media Escandinavia estaba poblada por un
variado conjunto de pueblos que nunca llegaron a formar una entidad política
cohesionada.
¿Cuál
fue la “Edad de los vikingos”?
Se suele referir el ataque al monasterio de
Lindisfarne (793) como el inicio de los ataques vikingos a Europa, por ser el
primer ataque de pillaje serio en Occidente. Pero la arqueología ha demostrado
la presencia vikinga en fechas más anteriores. En Shetland, las Órcadas y las
Hébridas tenemos asentamientos vikingos unos cuantos años antes y resulta
lógico que fuera desde aquí donde surgió el ataque al monasterio y no
realizando un impredecible viaje oceánico desde Escandinavia (como suelen
presentárnoslo de forma habitual).
Y según Haywood los ataques de los piratas sajones
durante los siglos III y V también pueden englobarse en la denominación de
ataques vikingos, pues seguían pautas similares.
El final es algo más difícil de situar, aunque
también existe la fecha “monstruo” de 1066 (coincidente con la famosa Batalla
de Hastings). No obstante, sabemos que los ataques vikingos se siguieron
produciendo tras esa fecha durante dos centurias más.
¿Eran
los vikingos unos piratas?
Resulta complicado disociar de la memoria colectiva
el término pirata y vikingo, pero la realidad fue que no todos los escandinavos
eran piratas. Existieron muchos grupos escandinavos que no se dedicaron a
“hacer el vikingo”, sino que vivían como campesinos o artesanos.
De hecho, para los vikingos medievales no existía
diferencia entre el comercio y la piratería. El saqueo y el pillaje era una
forma rápida de conseguir mercancías que luego podían vender. Pero también con
la presión diplomática y el pago del danegeld
se lograba el objetivo de aumentar el patrimonio personal.
¿Los
vikingos siempre atacaban a otros pueblos?
Aunque pueda parecernos sorprendente, lo cierto fue
que los vikingos guerrearon frecuentemente entre ellos. El territorio
escandinavo no formaba una entidad política única y los distintos señores
solían guerrear para incrementar su poder o para vengar afrentas anteriores
familiares.
En su gran mayoría, los vikingos lucharon contra
otros vikingos y en estas luchas perecieron multitud de reyezuelos. Por
ejemplo, Noruega sufrió frecuentes ataques entre el 793 y el 1066, siendo casi
en su totalidad ataques vikingos.
¿Son
los vikingos un pueblo bien conocido?
De ninguna manera. En realidad sabemos muy poco de
ellos. A la escasez de fuentes arqueológicas se une la problemática de las
fuentes. En efecto, del pueblo vikingo tenemos dos fuentes escritas muy
valiosas pero tremendamente desvirtuadoras. Por un lado están los documentos
contemporáneos escritos por sus enemigos, los cuales magnificaron la virulencia
de sus ataques como forma de entender un castigo providencialista. Por otro
lado están las Sagas Islandesas, escritas varios siglos después y llenas de
fantasías.
¿Fueron
exitosas las campañas vikingas?
Muchas personas piensan que los ataques por sorpresa
vikingos siempre tenían un resultado positivo para estos. Pero estudiando
estadísticamente los testimonios conservados nos percatamos de algo muy
evidente: sólo ante presas fáciles el éxito de tal táctica está asegurado.
Cuando los vikingos se enfrentaron a grandes imperios
bien organizados, el fracaso era la consecuencia común. Les ocurrió en Sevilla
(844) y en Bizancio (860, 941, 1043), por poner dos ejemplos.
Sólo cuando se enfrentaban a reinos divididos y
débiles lograron resultados positivos y, aún así, el balance no fue positivo.
Por ejemplo, entre el 793 y el 911, durante su primera expansión (momento en el
que juegan con el factor sorpresa) el balance fue negativo incluso en
Inglaterra.
¿Cuáles
fueron las causas expansivas de los vikingos?
Mucho se ha conjeturado sobre cuáles fueron las
verdaderas razones que llevaron a los vikingos a iniciar su expansión hacia
Rusia y occidente. Y aunque existen muchas teorías, ninguna resulta
convincente.
Entre los factores que animaron a una expansión
debieron tener una gran importancia, en mi opinión, los económicos. En este
sentido destacaría el incremento de poder de los reyes, el interés por
prosperar de los hijos segundones o señores menores, así como una posible
presión de la población sobre la tierra cultivable.
¿Fueron
buenos navegantes?
Por un lado podemos decir que sí. Llegaron a lugares
tan lejanos como Pisa o Groenlandia con unos barcos verdaderamente limitados.
Supieron orientarse en sus viajes en base a la Estrella polar y a la
observación del azimut del sol a mediodía. Y fueron famosos por su pericia a la
hora de detectar signos de presencia de tierra firme (formaciones de nubes,
patrón vuelo pájaros…).
Pero, si nos atenemos a las estadísticas, nuestro
concepto cambia un poco. Las Sagas nos remiten numerosos casos de naufragios,
la mayoría debido a malas condiciones climáticas. Y ello nos pone sobre aviso
de una cruda realidad: la dependencia total del clima a la hora de tener una
travesía exitosa.
Y no eran las tormentas lo único que podía hacer sucumbir
una expedición. El ataque de otros vikingos enemigos, el aniquilamiento por los
nativos si se desconocía el lugar de desembarco.
Debemos tener en cuenta que los grandes
descubrimientos vikingos fueron obra de la fortuna en su gran mayoría.
¿Los
barcos navegaban grandes distancias?
Tenemos la idea asumida de unos vikingos navegando
largas travesías y atacando lugares alejados de sus casas. Pero esta imagen
mental es falsa. Los vikingos practicaron, en su gran mayoría, una navegación
costera a pequeños saltos, pues para ellos era esencial identificar visualmente
la costa para guiarse. Por ejemplo, el viaje a Inglaterra no se realizaba, por
lo común, de una tacada, sino que primero se alcanzaban las islas Shetlands,
luego las Orcadas y el resto se hacían pegados al litoral. Igualmente, para
llegar a Islandia se realizaban tramos pequeños con paradas en las Shetlands y
las Feroes.
¿Existió
un tipo de barco vikingo estándar?
Aunque solemos identificar a los vikingos con el
barco llamado Drakkar, lo cierto es
que tenían diferentes tipos de barcos, cada uno específico para una tarea
determinada.
Reconstrucción moderna de un Drakkar vikingo |
Por un lado tenían los barcos de guerra, entre los
cuales eran apreciados los de grandes dimensiones, tanto por su gran número de
tripulantes/guerreros como por la altura de sus bordas, auténticos escollos
difíciles de salvar en caso de abordaje. No obstante, este tipo de navíos no
eran apropiados para la navegación oceánica.
Para navegar grandes distancias en mar abierto el Drakar era el navío más apropiado.
Largo, estrecho y de escaso calado, capaz de navegar tanto por mar abierto como
por cursos fluviales. Además eran fáciles de varar en las playas, lo que
permitía a los vikingos realizar sus asaltos por sorpresa. Aunque es característica
su gran vela rectangular, lo cierto es que este navío era impulsado
principalmente por los remeros.
Los navíos destinados al comercio eran totalmente
diferentes. Destinados a navegar con velas, eran capaces de transportar grandes
cargas con una tripulación muy escasa. Por el contrario, eran difíciles de
varar y manejar con remos.
¿Siempre
guerrearon igual los vikingos?
Los vikingos supieron adaptarse a las circunstancias
que se fueron encontrando en su expansión. Manifiesta es la diferencia entre Oriente
y Occidente. Mientras que en Inglaterra y Francia abundaron los ataque por
sorpresa dada la debilidad de aquellos reinos, en la zona del Mar Caspio, el
poder del imperio bizantino hizo que esta táctica fuese inútil. E incluso en la
zona de la actual Rusia, los vikingos tuvieron que infiltrarse como
comerciantes y negociar políticamente con los locales para asentar su poder.
Por otro lado, los enfrentamientos más comunes entre
los vikingos fueron las llamadas “Guerras Vecinales”, enemistades familiares
que se prolongaban indefinidamente debido a sucesivas venganzas por actos
anteriores. La táctica común era incendiar la granja de turno y esperar en las
puertas de salida a las asustadas víctimas, las cuales eran masacradas.
Igualmente, era muy distinto el ataque de una sola
nave (tres como máximo) en busca de algún beneficio económico que los ataque
dirigidos por grandes huestes reales. Si bien los saqueos por sorpresa con
escasas naves fueron habituales, las grandes conquistas se debieron a las
empresas reales.
Lo cierto es que debemos olvidar la imagen de unos
bárbaros que atacaban sin sentido alguno, alocadamente. Su táctica preferida
era la sorpresa, atacar al enemigo donde menos se lo esperaba. Y volver a casa
con el botín. Por tanto, practicaron más bien una guerra de guerrillas que
grandes ataques planeados con ejércitos rivales.
¿Qué
hay de cierto en el mito de los berserks?
La idea de guerreros alocados acompaña aún a los
vikingos entre el gran público. Y esa falsa imagen refuerza el mito de los
guerreros más sanguinarios de entre todos ellos, los denominados berserks.
Muchas leyendas rodean a este tipo de guerreros:
sufrían arrebatos de licantropía, episodios de rabia epiléptica, comportamiento
psicótico e irreflexivo, hasta el punto de tirarse al agua por sus ganas de
combatir, lanzarse contra grandes contingentes enemigos ignorando a la muerte o
morder el escudo frenéticamente.
La realidad era bien diferente. Se trataba de los
guerreros pertenecientes a la escolta real. Eran una auténtica élite de
guerreros profesionales, con una formación mucho mayor que el resto de los
vikingos (y ya es decir). Y aunque algunos de ellos actuaron de forma
totalmente apartada de lo que entendían como comportamiento “civilizado”, es
plausible pensar que lo hacían para infundir temor al enemigo y mantener vivo
los falsos mitos que les rodeaban.
La licantropía provenía de su costumbre de cubrirse
con pieles de oso o gritar en el fragor del combate, aspectos ambos explicables
por el deseo de diferenciarse e infundir temor. Por otro lado, las muescas de
sus escudos son más fácilmente explicables por sus frecuentes combates que por
las mordeduras de sus propietarios.
Por tanto, podemos concluir que los berserks eran unos guerreros de élite
que se rodearon de una mitología mística para crear una imagen de temor a sus
enemigos. Pero en ningún caso eran locos o seres mágicos. Al contrario, en las
sagas tenemos bien documentadas sus muertes, pues todos los héroes tenían en su
haber la muerte de uno de ellos. Muestra de que debieron ser guerreros
formidables y temibles. Aunque no por su locura.
Espero que con estos datos lleguemos a desterrar, lo
antes posible, la imagen que el gran público tiene de los vikingos.
FUENTES:
FUENTES:
- Hall, Richard: El mundo
de los vikingos. Ed. Akal
- Griggith, P.: Los vikingos, el terror de Europa. Ed. Ariel
- Velasco, M.: Breve historia de los vikingos. Ed, Nowtilus
- Griggith, P.: Los vikingos, el terror de Europa. Ed. Ariel
- Velasco, M.: Breve historia de los vikingos. Ed, Nowtilus
Muy buena info amigo, me ha ayudado bastante
ResponderEliminarAgradezco el comentario.
EliminarSaludos
Es verdad que hacían sacrificios humanos como en la serie?
ResponderEliminarHola brindis, gracias por comentar.
EliminarEn efecto, los vikingos realizaron sacrificios humanos, pero no fue algo corriente ni afectaba a los guerreros, sino a esclavos o prisioneros.
Por la arqueología sabemos que en ciertos enterramientos se sacrificaron ritualmente a ciertas personas. Y en las sagas nórdicas nos hablan de sacrificios humanos dirigidos al dios de la fertilidad Frey o a Thor, protector de los hombres.
De manera habitual los sacrificios se realizaban con animales, y los humanos sólo se realizaban en momentos de necesidad o gran consternación. Por ejemplo, a mitad del invierno, se realizaban sacrificios para pedir buenas cosechas. Si las cosechas eran malas durante varios años los vikingos terminaban pasando a sacrificar personas para agradar a los dioses.
Las series suelen mostrar retazos aproximados de las costumbres vikingas, aunque siempre se incluyen licencias dramáticas para hacer más atractivas las historias.
Como siempre indico son una magnífica forma de aproximarse a la historia pero un pésimo lugar para sacar conclusiones verídicas o pensar que pueden sustituir el estudio de las fuentes. Todos los productos, sean series o películas, no dejan de ser interpretaciones subjetivas del director sobre un momento concreto de la historia.
Personalmente, por su fidelidad histórica, me gustó mucho la serie sobre vikingos The Last Kingdom. Tiene sus licencias, pero está muy bien escrita y rodada.
Saludos
Muchísimas gracias! Lo tendré en cuenta.
ResponderEliminar