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jueves, 6 de febrero de 2014

Mérida conserva el mejor anfiteatro romano de España


Cuando queremos ver restos de la presencia romana en España, múltiples ciudades se nos pueden venir a la cabeza. Pero la monumentalidad de Mérida resulta difícilmente igualable. Su conjunto de teatro y anfiteatro son únicos y mundialmente conocidos. Para muchas personas, esta ciudad conserva los mejores restos visitables de estas dos tipologías constructivas romanas. Puede que esta afirmación sea válida para el caso del teatro, pero no para el anfiteatro.

En España existen más de una decena de anfiteatros romanos, muchos de ellos visitables. No obstante, su estado de conservación es muy dispar. De algunos sólo quedan pequeños restos bajo construcciones modernas, como en Cartagena o Córdoba. De otros, apenas tenemos las huellas de su ubicación y algunos cimientos, como en Carmona o Ampurias. Los realmente visitables los podemos encontrar en Mérida, Itálica (Santiponce, Sevilla) y Tarragona. Ahora bien, si queremos visitar un anfiteatro conservado en perfecto estado debemos dirigirnos al yacimiento conquense de Segóbriga. ¿Conoces estas ruinas? Hoy vamos a descubrirlas.


El parque arqueológico de Segóbriga es el más importante de Castilla La Mancha, pero, aun así, el desconocimiento del gran público por estas ruinas es verdaderamente sorprendente. Muchas personas ni tan siquiera saben que a poco más de 100 Km de Madrid podemos ver los restos de una ciudad romana en su emplazamiento original.

Su interés radica en que la zona fue abandonada en el pasado, por lo que los restos se han conservado bastante decentemente respecto a otros lugares donde el entramado urbano moderno ha edificado sobre los restos romanos anteriores, destruyéndolos en gran parte.

El acceso a las ruinas desde Madrid es muy sencillo. Debemos seguir la Carretera de Valencia (A-3) hasta la salida 104, justo al llegar al pueblo de Saelices. El desvío nos llevará a la carretera CM-310 , que nos dejará en las ruinas a los pocos minutos. En total, el viaje nos puede llevar alrededor de una hora y cuarto. Si queréis la dirección exacta para el GPS es la siguiente: Ctra. de Saelices a Villamayor de Santiago, s/n, 16340. Aunque en verdad no es necesario.

El Horario para visitar las ruinas es realmente práctico: De Martes a Domingo de 10:00 a 18:00 h. Aunque debemos tener en cuenta que el acceso al Parque deberá realizarse 45' antes del cierre.

Además, varios días al año el parque cierra sus puertas: Lunes, salvo festivos, 7 y 8 de Septiembre, 1 y 6 de Enero, 24, 25 y 31 de Diciembre y el día de la romería a la Virgen de los Remedios (sábado anterior al último domingo de mayo).

El precio son 5€ para adultos, aunque existen tarifas reducidas para estudiantes y simbólicas o gratuitas para pensionistas, niños y desempleados. Además, existen días concretos donde todos entramos gratuitamente: 18 de Mayo (Día Internacional de Museos), 31 de Mayo (Día de la Comunidad de Castilla-La Mancha), 12 de Octubre (Día de la Hispanidad), 6 de Diciembre (Día de la Constitución) y en las Jornadas Europeas de Patrimonio

Lo primero que encontraremos al llegar es un centro de interpretación. En él podremos ver un video que nos introducirá en las ruinas y unas cuantas piezas expuestas en su recoleto museo. Son piezas originales encontradas en la excavación de la ciudad que, junto a los paneles explicativos, nos darán una información muy útil para entender las ruinas.

A destacar es el busto retrato de Agrippina Maior, nieta del emperador Augusto, la estatua en piedra de un emperador con una coraza decorada profusamente y parte de un mosaico con motivos geométricos.

Luego podremos pasar a ver las ruinas propiamente dichas. Os aconsejo llevar calzado cómodo y un sombrero para protegeros del sol, pues los restos se encuentran en un cerro sin árboles donde cobijaros.

Lo que vería un romano al llegar a la ciudad sería esta imagen. 


Nosotros podemos ver esta otra. 


No pretendo aburriros con una explicación detallada de todo lo que podéis ver en este yacimiento. Para ello podéis consultar la información que ofrece el yacimiento. Realmente interesante es el  PDF que os dejo al final del artículo.

De todas las zonas que visitareis, las más importantes son las siguientes:

-         El anfiteatro se encuentra en la puerta de entrada a la ciudad, en el lado izquierdo. Es pequeño, con una capacidad de 5.500 espectadores, pero lo suficientemente sorprendente para todos aquellos que no han visitado nunca uno en su vida. Podremos entrar en la “arena” e imaginar a los romanos viéndonos desde las gradas.

Hoy día tiene este aspecto:


-         El teatro, justo enfrente, es de los edificios mejor conservados de la ciudad. Su vista actual es la siguiente:


Aunque los romanos vieron un teatro más parecido a esto:


-         Las termas se sitúan próximas al teatro, y en ellas veremos las distintas partes clásicas de las termas romanas, con sus vestidores, su palestra, una sauna seca y otra que incluía piscina. El aspecto actual es el siguiente:


Aunque los romanos vieron unas termas más parecidas a esto:


-         El foro fue uno de los mayores descubrimientos arqueológicos de las últimas décadas, pero su estado de conservación es bastante malo, por lo que en esta ocasión deberemos echar mucha imaginación al asunto.

Segóbriga tiene unos monumentos dignos de una gran ciudad, como habréis podido comprobar. Y ello se debe a que era una importante ciudad de la Celtiberia. Las fuentes romanas nos hablan en varias ocasiones sobre ella.

Sexto Julio Frontino, en su obra Strategemata, nos dice lo siguiente: “Viriato disponiendo sus tropas en emboscada, envió a unos pocos a robar el ganado a los segobrigenses; como saliesen éstos en gran número para castigarlos, echaron a correr aquellos, simulando que huían,...” para más tarde añadir: “Viriato volvió sobre sus pasos y lo recorrió en uno solo, cayendo sobre los segobrigenses desprevenidos, cuando más ocupados estaban en sus sacrificios”. Segóbriga debió pagar cara su alianza con los romanos cuando éstos estaban conquistando Hispania allá por el año 146 a.C.

Otro autor que menciona Segóbriga es Plinio, en su famosa Historia Naturalis. Según nos comenta, Segóbriga era “caput Celtiberiae” (cabeza de Celtiberia), siendo una ciudad estipendiaria (es decir, que debía pagar tributo). Luego, nos dice cuál era la verdadera riqueza de la ciudad: “Las piedras anteriormente descritas se dejan cortar con la sierra; pero la piedra especular [lapis specularis], pues también ella recibe el nombre de piedra, dada su constitución mucho más tratable, se hiende y se separa en láminas tan finas como se desee. Antiguamente sólo se hallaba en la Hispania Citerior, y no en toda la provincia, sino sólo en el área de cien mil pasos alrededor de la ciudad de Segóbriga”. Más adelante nos indica que “la más traslúcida de esta piedra se obtiene en la Hispania Citerior, cerca de la ciudad de Segóbriga y se extrae de pozos profundos”.

En efecto, esta variedad de yeso traslúcido era muy importante en la época romana, utilizándose principalmente en la realización de ventanas para las casas nobles. Y, efectivamente, se ha descubierto una mina de este tipo de piedra en la localidad próxima de Carrascosa del Campo.


Espero que esta breve descripción os anime a visitar unas de las ruinas romanas más importantes y accesibles que tenemos cerca de nuestra Comunidad.



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