domingo, 25 de diciembre de 2016

Mis OTRAS 5 visitas imprescindibles en Atenas



El mes pasado realicé un post enumerando los principales atractivos turísticos de Atenas. No obstante, cuando terminé de realizarlo, me dio la impresión de dejarme muchas cosas en el tintero. Por ello, con el objetivo de ofrecer una visión más global de esta excelente ciudad, aprovecho para viajar de nuevo a ella (virtualmente hablando) y descubriros otros atractivos.

En esta ocasión me voy a detener en 5 rincones encantadores que posee Atenas. Lugares que también son visita obligada y en los que merece mucho la pena detenerse y apreciar el momento.

¿Me acompañáis de nuevo a Atenas?

martes, 13 de diciembre de 2016

Sólo existe un tipo de lente ocupacional


Hace unos meses escribí un artículo sobre lentes ocupacionales que tuvo una gran acogida (si quieres leerlo pincha aquí). Se trata de unas lentes que proporcionan gran calidad visual en distancias cortas y que, por el contrario, apenas son conocidas por el gran público.

En uno de los últimos cursos que hice sobre lentes el ponente indicó que las lentes ocupacionales son las grandes desconocidas en España. Me sorprendió enormemente, pues yo las suelo adaptar de manera frecuente y, siempre, satisfactoria. Pero resulta que en mi profesión, dadas las lamentables condiciones laborales actuales, no siempre está a disposición del público el profesional más motivado y proactivo.

Por tanto, creo que no está demás seguir ahondando en la difusión de este tipo de lentes entre el gran público, pues sólo así podrán ir a su óptica y pedir convencidos un producto que, hoy por hoy, es lo ideal para todo tipo de présbitas.

En esta ocasión, tras haber presentado este tipo de lentes en el primer artículo, voy a enumerar las diferentes opciones de ocupacionales que existen en el mercado.

domingo, 4 de diciembre de 2016

La tergiversación histórica es asunto de los historiadores


Cuando era un aficionado a la historia, un aspecto que me molestaba de los historiadores era su falta de concreción. En numerosas ocasiones, cuando intentaba resolver una pregunta concreta referente a un suceso histórico, consultando a los especialistas en el tema, terminaba sin obtener respuesta.

Hoy día, siendo historiador, he logrado comprender que eso de lo que me quejaba es hacer historia. Porque en la historia no existen explicaciones fáciles ni verdades dogmáticas. Las lecturas siempre son múltiples y las posibilidades variadas. La verdad de los hechos, en el mejor de los casos, es una aproximación reducida a escasas variables.

Pero una gran parte de la sociedad no entiende esta característica de la historia. Le gusta la historia sencilla, la de las explicaciones fáciles y únicas. La que nos cuenta los procesos históricos de forma casi novelada. A fin de cuentas, la que nos enseñaron en las escuelas cuando éramos pequeños.

Y ante tamaño público exigiendo una interpretación histórica determinada, numerosos historiadores (y otros personajes que pretenden serlo) se han dejado seducir por “el lado oscuro” de la historia; es decir, por la interpretación subjetiva. Si a lo anterior añadimos el componente nacionalista de los estados modernos y lo aderezamos con un poco de las trasnochadas ideologías del funesto siglo XX tendremos un cóctel peligroso pero de gran atractivo para el gran público.

En el artículo de hoy voy a mostraros un ejemplo de la insidiosa manipulación que aún en la actualidad ciertos sectores ideológicos siguen imprimiendo a la historia.