jueves, 23 de enero de 2014

Las gafas de sol son para el verano



A muchos pacientes que me compran gafas de sol les sorprende bastante cuando les pregunto sobre el lugar o la temporada del año en el que la utilizarán. La respuesta usual es decirme que quieren una gafa de sol que les sirva para todo el año. Pues lo siento mucho, pero eso aún no existe.

¿Acaso comemos la misma dieta en verano que en invierno? ¿Usamos la misma ropa en Navidad que en las vacaciones de Julio? ¿Nos sentimos igual de activos a las 21 horas de enero que de agosto?

Si quieres saber porqué es importante usar gafas de sol todo el año y que sean adecuadas a la temporada en la que las utilizas sigue leyendo.


El principal problema que tienen las gafas de sol dentro de la sociedad es su inserción en ella durante el S.XX. Las primeras gafas de sol comercializadas en masa fueron las famosas gafas Ray ban tipo piloto allá por el año 1937. Su uso estaba pensado para evitar los deslumbramientos en los vuelos de los pilotos.

Gafa de sol Ray Ban  RB3025 large metal 001 arista crystal green


En cambio, las personas normales las usaron por imitar a los aviadores americanos de la Segunda Guerra Mundial. Las usaron como artículo de moda y no de protección. Esta unión gafa de sol- complemento de moda ha supuesto un gran espaldarazo a los fabricantes de monturas, pero ha dañado enormemente la consideración de la sociedad sobre este artículo de óptica tan necesario.

La principal función de una gafa de sol es la de protección ocular ante los nocivos rayos ultravioleta. Nunca me cansaré de decir esta frase, y creo que, lamentablemente, tampoco dejaré de escuchar entre mis pacientes la frase: “de acuerdo, pero no me voy a poner una gafa pasada de moda”.

Las gafas de sol son esclavas de las modas, algo intolerable para un artículo sanitario. ¿Saben el daño que hace la “moda” actual de no vacunar a los hijos pequeños de enfermedades casi erradicadas? ¿Saben el daño que puede hacerles tomar una pastilla de ácido acetilsalicílico todos los días? Pues aunque no lo crean eso fue una “moda” muy extendida entre nuestros abuelos. Las modas están muy bien para la ropa (aunque no siempre las entendamos) o para otros artículos de vida efímera. Pero la moda no puede dictar el curso de un artículo médico. Los bisturís tienen una función específica y se fabrica el diseño más apto para su función. En las gafas de sol podíamos fabricar los modelos más aptos para cada uso, pero no lo hacemos. Preferimos cambiar el aspecto de las gafas según las modas.

Como la moda está tan presente en las gafas de sol es imposible obviar su influencia. Además, la opinión de los ópticos no tiene gran consideración por parte de muchos pacientes, pues los ven más como tenderos que como lo que son, profesionales de la salud visual. Por ello, muchos ópticos, han renunciado a luchar en el ámbito de la gafa de sol. Y ello ha provocado que existan tiendas en centros comerciales donde se venden gafas de sol sin ningún consejo óptico de por medio. El paso siguiente, la imitación barata del artículo de moda era inevitable.

El problema de las gafas de sol es el siguiente: al ser un artículo sanitario, colocarnos una imitación de gafas de sol nos perjudicará nuestra salud. Todo lo contrario que comprar una imitación del último bolso de Prada. Aquí hacemos daño al fabricante. En el caso de las gafas el daño se reparte entre el fabricante y nosotros, que acabaremos con los ojos “quemados” en la vejez.

La conjunción perfecta entre necesidades ópticas de una gafa de sol y la gafa de moda del año es imposible de compatibilizar. Por ello, si ustedes quieren ir a la moda siempre, debo indicarles que estarán portando una gafa de sol inadecuada la mayor parte del tiempo.

A la hora de elegir una gafa de sol debemos fijarnos en dos aspectos básicos: montura y cristales. En el primer caso, unas monturas son adecuadas para ciertos usos y otras no. Por ejemplo, si vamos a realizar deportes en exteriores lo ideal son las gafas envolventes, las cuales nos cubren los laterales. De esta forma evitamos la incidencia solar por el lateral de nuestra cabeza. Si además nos cubren el ojo totalmente será la montura ideal.

Por otro lado, en el caso de los cristales, la tonalidad del cristal debe venir exigida según la actividad que realicemos, así como el lugar y la época del año donde la realicemos. Puesto que, como dijimos arriba, la principal función de la gafa de sol es protegernos de la radiación ultravioleta.

Existe en la población la conciencia de la protección solar del cuerpo en la playa o la nieve. En cambio, muchas personas descuidan protegerse los ojos en las mismas situaciones. ¿Acaso los rayos ultravioletas (UV) no inciden en nuestros ojos?

El ultravioleta es una parte de la energía que nos llega del Sol. La atmósfera, y en concreto la capa de ozono, absorbe los rayos UV-B. Aunque cada vez en menos proporción gracias a los famosos CFC. Además de parte de la radiación anterior nuestro cuerpo también absorbe rayos UV-A, los cuales son peligrosos por su efecto acumulativo. Podemos decir que el cuerpo humano es capaz de absorber cierta cantidad de UV-A a lo largo de su vida. Pasado ese límite empiezan los problemas. Y éstos, lamentablemente tienen una incidencia insidiosa y totalmente silenciosa.


Espectro electromagnético. Fuente: www.forest.ula.ve


Los rayos UV-A provocan diversos daños oculares con el tiempo: pterigium en la conjuntiva, cataratas en el cristalino y daños retinianos (DMAE). En casos agudos de intensa exposición sin protección pueden provocar inflamación y ulceración muy dolorosa de la córnea. Como vemos, ninguna zona del ojo está a salvo.

Sabiendo esto, no entiendo que todavía una persona se cubra el cuerpo de crema solar factor 50 y no se coloque unas gafas de sol a continuación. Me recuerda al anuncio del elixir bucal, con una limpieza a medias si sólo te cepillas los dientes.

La protección a los rayos UV no se encuentra en el color de los cristales, como suele pensar el público general. Al contrario, lo que nos protege de la radiación perniciosa es el material con el que está fabricada dicha lente. Por tanto, que una lente sea oscura no significa que nos proteja de los rayos UV.

¿Y como podemos saber si una lente nos protege de los rayos UV? Sólo de dos formas. Con un medidor de rayos UV, llamado espectrofotómetro, o comprando las gafas de sol en una óptica, único lugar donde te aseguran que los artículos que compras cumplen la Directiva Europea 89/686/CEE referente los estándares de protección adecuados.

Muchas personas pensarán ahora que con sus gafas de “mercadillo” ellos están muy cómodos. Y que no notan la diferencia con unas normales. Bueno, eso se debe a dos cosas: por un lado, nuestro ojo no tiene sensibilidad suficiente para decirnos (al cerebro) que tantos rayos UV como estamos tomando nos están haciendo daño. Por otro lado, nuestro cuerpo no podía quedarse indiferente ante tal peligro e ideó un mecanismo de defensa natural. Puesto que el UV es parte del espectro visible total, un exceso de luminosidad llevará asociado un exceso de rayos UV perjudiciales. Por tanto, nuestros ojos, ante un exceso de luz, tienden a entrecerrarse, contrayéndose nuestras pupilas, y logrando así disminuir la exposición a la luz.

Dicho esto, una importante función de las gafas de sol, además de la protección a los rayos UV, es la de mitigar el exceso de iluminación. Por ello la utilidad de usar lentes oscuras en lugares de alta incidencia solar. Y por ello, el engaño que nos producen las gafas de “mercadillo”. Éstas nos eliminan el exceso de iluminación, por lo que el porte es cómodo. Pero como no protegen de la radiación UV, al engañar a nuestro sistema de defensa natural, lo único que logran es que más rayos UV entren y nos dañen nuestros ojos (¡nuestras pupilas no se contraen al no recibir una alta proporción de luz!).

Según la cantidad de iluminación ambiental así deberemos elegir la tonalidad de nuestras gafas de sol. No podemos usar la misma tonalidad de lente en nuestra gafa de protección solar en la playa durante el verano que en la ciudad nublada de invierno. En ambos lugares extremos no existe la misma intensidad lumínica y, por tanto, nuestro filtro debe ser diferente.

Lo importante es usar un filtro de protección solar durante todo el año, pues la radiación UV no es eliminada por las nubes, como muchas personas piensan. La llegada de rayos UV a nuestro cuerpo es constante todo el año y mientras en invierno nuestro cuerpo se protege con capas de ropa, nuestros ojos siguen descuidados. En la Agencia Española de Meteorología podemos averiguar cual es el índice de UV diario en nuestra ciudad. Aquí observaremos que, en ocasiones, los niveles son sorprendentemente altos incluso en épocas distintas al verano.

Existe una clasificación de las lentes en cinco categorías según la absorción de luz visible. Desde lentes claras de nivel 0 hasta las lentes más oscuras de nivel 4.



Debemos indicar que todas las lentes del cuadro protegen de la radiación UV de la misma forma, independientemente de la oscuridad del color. Recordemos que la protección nos la ofrece el material de la lente, no el color con el que la tintamos. El color, más o menos oscuro, nos protege de la luminosidad. Por tanto, la elección de la tonalidad de nuestra gafa de sol deberá estar condicionada por nuestro nivel de tolerancia a la luminosidad ambiental (menor en personas de ojos claros, por ejemplo) y por la luminosidad ambiente existente.

Lo anterior supone que en verano debemos usar gafas de categoría 3 en lugares como la playa o la montaña. Sólo en lugares de alta y continua exposición solar, tales como alta montaña o mar abierto, deberemos utilizar la categoría 4. Una categoría 2 sería más adecuada para los deportes al aire libre, mientras que la categoría 1 sería recomendable para la ciudad en días nublados. La categoría 0 son las gafas sin color o con una leve tonalidad, adecuada para personas con fotosensibilidad en interiores.

Por tanto, tras leer este post debemos quedarnos con unas ideas clave grabadas en nuestra memoria:

-          Las gafas de sol son, primordialmente, un artículo sanitario. Si además podemos utilizarlas como un complemento de moda más, mucho mejor. Pero no olvidemos que su principal función es la de protegernos de la radiación UV.

-          La protección a los rayos UV está en el material de la lente y no en su tonalidad. Gafas simplemente oscuras no nos protegen de la radiación UV.

-          Llevar unas gafas de sol sin protección UV significa perjudicarnos mucho más que si no lleváramos nada. Por tanto, si has decidido usar gafas de sol invierte dinero en comprar unas de calidad antes que ponerte cualquier cosa delante de los ojos.

-          Los rayos UV inciden a lo largo de todo el año y la protección ocular ante ellos debe ser continua. Por tanto, al igual que no te planteas usar pantalones de pana en verano mentalízate para adquirir una gafa de sol para invierno y otra diferente para el verano.

-          Las nubes no nos protegen de la radiación UV. Aún en días nublados, la protección ocular debe ser adecuada o corremos el riesgo de perjudicar nuestra salud ocular.

-          Existen personas a las que la luz matizada de las nubes les molesta considerablemente, utilizando gafas de sol todo el año. Aunque en la mayoría de las ocasiones suelen utilizar el mismo filtro en verano que en invierno. Estas personas lo único que hacen es aumentar su fotosensibilidad pues, si en invierno usas una categoría 3 con que lente conducirás cómodamente en verano?

-          Las gafas de sol están pensadas para un uso en exteriores. Su uso en interiores no es recomendable, pues perjudicamos nuestra sensibilidad natural a la luz.

Espero que esta información sea útil para concienciar al público general de la importancia de cuidarse adecuadamente los ojos. Sólo así lograremos evitar que nuestros ojos envejezcan antes que el resto de nuestro cuerpo.

Hasta la próxima.

2 comentarios:

  1. Excelente artículo de obligada lectura.

    Totalmente de acuerdo con lo que se expone en él, por lo general los usuarios de gafas y en especial lo que solo hacen uso de gafas de sol, minusvaloran la importancia de utilizar unas gafas con tintes y filtros de calidad que realmente protejan su vista de los riesgos de la radiación ultravioleta. Por lo general se suele dar una mayor importancia al estilo del diseño de la montura o la forma de la lente que a su capacidad de proteger los ojos.

    Os dejo un enlace al blog de +Visión donde damos consejos sobre cómo hacer un correcto uso de las gafas, consejos sobre cuidados de la salud visual y otros temas del ámbito visual.
    http://blog.masvision.es/salud-visual/como-cuidar-tus-ojos-del-sol/

    Os dejo también un vídeo explicativo sobre: Por qué necesitamos gafas de sol.
    http://youtu.be/VZc1omCIRrg

    Saludos

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    1. Un magnífico complemento al artículo, Alejandro.

      Muchas gracias por contestar.

      Un saludo

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